Cómo evitar contagios infantiles
Las aulas son uno de los principales lugares de contagio de enfermedades entre los más pequeños, ya que aún no tienen el sistema inmunitario totalmente desarrollado para defenderse correctamente. La prevención y las medidas higiénico dietéticas son la clave para evitar, en medida de lo posible, el contagio entre los más pequeños.
Para empezar repasaremos las principales vías de transmisión de enfermedades. Las más relevantes son:
La vía respiratoria: A través de los estornudos y la tos, los microorganismos se diseminan en pequeñas gotículas que podrán ser aspiradas.
Vía fecal-oral: Es la vía más frecuente en los más pequeños. Se produce cuando las partículas fecales de un individuo se introducen en la boca de otra. Por ejemplo, mediante agua que se ha puesto en contacto con partículas de las heces o alimentos.
Contacto con fluidos orgánicos: A través de orina o saliva también pueden transmitirse enfermedades entre los más pequeños.
Ahora que ya sabemos cómo pueden llegar a propagarse los microorganismos, es necesario conocer cómo podemos evitar que esto ocurra.
¿Qué podemos hacer para prevenir el contagio?
Higiene
La higiene es fundamental para evitar contagios.
Lavarse las manos correctamente antes y después de comer, después del baño, después de jugar y cuando tosamos o estornudemos.
No frotarse los ojos con las manos sucias, ni llevarse las manos a la nariz, o la boca.
Llevar las uñas cortas y limpias.
Si el niño está en edad de gatear, conviene bañarlo todos los días ya que está en contacto directo con las bacterias existentes en el suelo.
No compartir utensilios de comida o bebida (vasos, cubiertos…)
Limpieza y desinfección de superficies
Es importante mantener una adecuada limpieza y desinfección de las zonas donde preparamos la comida y dónde habitualmente damos de comer al bebé (ej. trona), las zonas dónde procedemos a cambiar de ropa y pañales, y el baño. También debemos lavar los peluches y los juguetes, pues pueden ser acúmulo de bacterias. Mantener las habitaciones de la casa ventiladas, y las alfombras limpias, ayudará a evitar posibles contagios.
Alimentación
La alimentación también es un punto clave en la prevención de enfermedades. Una dieta equilibrada, con abundantes frutas y verduras y libre de azúcares. La leche materna ayuda al desarrollo del sistema inmune del bebé y lo protege frente a enfermedades de las vías respiratorias.
Vacunación
No debemos olvidar que las vacunas evitan enfermedades, ya que nos ayudan a responder frente a éstas en el caso de que lleguemos a infectarnos y consiguen una respuesta por parte de nuestro sistema inmunitario mucho más rápida que si no nos hubiéramos vacunado. Muy importante llevar al día el calendario de vacunación y consultar cualquier duda sobre ellas con nuestro pediatra o farmacéutico.
RECUERDA
Ante cualquier síntoma de enfermedad (fiebre, llanto persistente, diarrea, vómitos, irritabilidad…) conviene consultar con el pediatra y ausentarse de la guardería hasta confirmar la presencia o no de enfermedad, pues estaremos evitando el posible contagio de los demás compañeros.