La estrechez de las vías respiratorias de los niños pequeños y los bebés los hace más propensos a sufrir una inflamación de las vías respiratorias que van a los pulmones, es decir, de los bronquios. La bronquitis es más frecuente durante los meses de invierno, y sus principales síntomas son tos y expectoración.
Causas
La causa principal es, en la mayoría de los casos, la complicación de un resfriado común o de una gripe. El resultado es siempre él mismo: inflamación de las vías respiratorias con aparición de moco más viscoso. Los bebés y niños corren mayor riesgo de padecer una bronquitis aguda si sus padres fuman o si tienen una enfermedad cardíaca o pulmonar subyacente.
Bronquitis leve o aguda
Los síntomas de la bronquitis leve son parecidos a los de un resfriado común: tos moderada, poca fiebre y buen estado de ánimo. Sin embargo, la bronquitis pasa a ser aguda cuando la tos, su principal síntoma, es constante, seca e irritante, la fiebre es alta y el bebé se muestra inapetente. Aun así, la bronquitis aguda es de corta duración, sin llegar a superar las ocho semanas. Afecta inicialmente a la nariz, los senos paranasales y la garganta y luego se propaga hacia los pulmones.
Síntomas
Tos constante que empeora a los diez días y, sobre todo, por la noche.
La tos va acompañada de moco. Los niños y bebés tiene dificultad para escupirlo y se lo tragan, lo que empeora la situación. Su duración suele variar entre seis y ocho semanas.
Dificultad respiratoria y sibilancias.
Sensación de "ronroneo" en el pecho.
Malestar general.
Fiebre ligera.
Dolor en el pecho y sensación de opresión en el tórax.
Tratamiento
Ante un caso de bronquitis hay que acudir siempre al médico. En la bronquitis aguda será el médico quien determine el tratamiento más adecuado a seguir. Es importante:
Beber mucho líquido para fluidificar las flemas.
Utilizar humidificador.
Seguir siempre las indicaciones del médico.
Descansar.
No fumar cerca del niño.
Asma: inflamación bronquial crónica
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas que dificulta el paso del aire a través de los bronquios. Tiene gran prevalencia en la población infantil. Los primeros síntomas se presentan antes de los cinco años:
Episodios repetidos de tos y/o silbidos.
Falta de energía para hacer las actividades diarias.
Dificultad para respirar.
El tratamiento inmediato son los broncodilatadores de inicio, de acción rápida y duración corta. A nivel preventivo se emplean los corticoides inhalantes. Los niños que viven en ambientes de fumadores tienen más probabilidad de sufrir asma.
Recuerda
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